sábado, 20 de agosto de 2011

Feel.

Se dice que el verdadero milagro del lenguaje ocurre cuando deja de ser una mera herramienta de supervivencia, algo que sirve para decir cosas como "agua", "lejos", "veinte" o "tienes un tigre detrás a punto de devorarte  las entrañas", empieza a crear ideas abstractas, y expresa cosas como "cariño", "ideología", "infinito", "desasosiego" o "amor". Todas éstas cosas se diferencian en algo fundamental de las anteriores, y es que no son iguales para todos. Puede parecer extraño, pero el fin y al cabo las ideas abstractas se forman en nuestra mente a partir de recuerdos, de sensaciones, de los retazos de vida de cada unx. Amores infantiles, platónicos, de verano, imposibles, realizados, fugaces, prohibidos, adolescentes, idealizados, físicos, secretos, cuelgues, caprichos, desengaños, decepciones. Cuando oímos la palabra "amor", sin darnos cuenta acuden a nuestra mente todos los sucesos de nuestras vidas que por alguna razón hemos relacionado con el amor. Por eso nunca significará exactamente lo mismo para dos personas.
Porque, ¿cómo se aprende realmente lo que es el amor? La familia nos enseña (o debería enseñarnos) lo que es el cariño. En la escuela estudiamos sobre la reproducción. Los poemas nos cuentan a qué se parece. Hollywood nos enseña a besar. La televisión señala a quiénes debemos querer. Nuestros padres nos enseñan a cuidarnos. Los libros nos hacen ver cómo acaba, las canciones que puede ser tan hermoso como terrible. 
Pero al final, después de todo ésto, ¿qué sabemos realmente de lo que es el amor? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario